El
pasado viernes, 31 de enero, comenzamos con las charlas de los
profesionales, los cuales tienen el objetivo de contarnos y compartir
con nosotros sus experiencias con los niños y las TICs. Para ello,
nos visitó María Herrador, profesora de una de las 25 Eskola Txikia
de Gipuzkoa, es decir, Zubieta.
Para
comenzar, nos contó su trayectoria como alumna y su carrera
profesional. Nos explicó,en sus estudios le transmitieron como
metodología ideal la Constructivista, pero en sus primeros años de
docencia, cuando recorrió diferentes escuelas haciendo
sustituciones, se dio cuenta de que tal práctica no se llevaba a
cabo en casi todos los casos (menos en Zarautz con una metodología
basada en proyecto, Zizurkil siendo una comunidad de aprendizaje, por
ejemplo). Estas experiencias y sobre todo la que tuvo en Aduna, una
de las Eskola Txikia de Gipuzkoa, le hicieron darse cuenta de que lo
que ella realmente creía y apoyaba era la metodología que se
llevaba a cabo en las Eskola Txikia, por lo que su interés hacia
ella aumentó. Por lo tanto, estar en la escuela de Zubieta es muy
gratificante para ella.
Los
profesores que entran por primera vez en este tipo de escuelas donde
los ratios son muy pequeños, los alumnos de diferentes edades
comparten aula, el equipo de profesores es muy reducido (5 en el caso
de María) etc, reciben asesoramiento por parte del Berritzegune para
aprender el funcionamiento de estos centros. María nos mencionó que
la formación recibida por Elena Laiz fue muy importante para ella.
En
Zubieta, al trabajar por proyectos, María aprovechó para realizar
un proyecto llamado “Taller de cine en Educación Infantil”. Para
ello, recibieron asesoramiento del Berritzegune y formación por
parte de expertos, tratando con ellos preguntas como: ¿qué material
audiovisual deberíamos utilizar?, ¿hasta qué punto serán los
alumnos de infantil capaces de utilizar las TICs?, ¿qué
pautas deberíamos marcar?, etc.
Al
principio, después de decidir llevar a cabo el proyecto, no sabían
realmente cómo iba a transcurrir, ni como lo organizarían de tal
forma que tuviese un resultado positivo. A pesar del miedo a fracasar
y a no saber cómo hacerlo, decidieron tirarse a la piscina e iniciar
el proyecto.
Así,
María comenzó con este proyecto con 15 niños de 2-3 años. Para
ello, organizaron el proyecto mediante unas pautas a seguir. La
metodología fue basada mediante asambleas, estas asambleas las
organizaban los niños, y fueron necesarias durante todo el
proceso para tomar y discutir decisiones y mejoras.
Para
empezar la creación de la película, el primer paso fue elegir una
película en la que basarse. La pelicula de animacion japonesa ¨Mi
vecino Totoro” narra la historia de un espíritu del bosque al que
llaman Totoro. Los niños se engancharon de tal forma que la
profesora vio claramente que esa tenía que ser la elegida. El
siguiente paso fue reunirse en el claustro para establecer una
organización y ahí decidieron las pautas metodológicas que iban a
seguir durante el proyecto.
Durante el proceso, como bien nos explicó María, tuvieron momentos de no saber muy bien cómo continuar con el trabajo y para poder seguir, acudieron a expertos para crear los movimientos de los personajes entre otras cosas. Los expertos les propusieron crear la película mediante fotografías, y no videos porque, de esta manera, la participación de los niños sería mayor y sería más sencillo crear la película.
Después
de esta decisión, tenían que empezar a pensar cuáles iban a ser
los personajes, qué iba a hacer cada uno, el fondo que pondrían en
cada escena y cómo iban a crear todo eso, es decir, cuál
sería la historia y cómo la representarían. Una vez creada y
grabada cada secuencia, la revisaban primero en el ordenador y
después con el proyector para corregir posibles fallos. María nos
contó que se sorprendió con la participación de los alumnos:
estaban entusiasmados con la película y tenían más autonomía de
lo que ella creía para hacer muchas cosas (sacar fotografías, hacer
los escenarios, los fondos y los personajes, la creatividad que
tuvieron para crear la historia etc). Además, pudieron contar con la
colaboración de los padres para hacer los montajes, grabar sonidos
etc, quedando el colegio muy satisfecho con su involucración.
Al
final de grabar y montar todas las secuencias, se dieron cuenta de
que la película carecía de sonido y narración. Por lo tanto,
decidieron mediante la asamblea grabar una pequeña frase en cada
escena para poder seguir la historia y añadir música elegida por
ellos. Para darle más realismo a una de las escenas, decidieron
añadir onomatopeyas (subir escaleras) creadas por ellos mismos.
Cuando
terminaron el proyecto, el cual duró unos seis meses, decidieron que
después de todo el trabajo que habían hecho sería bonito que se
expusiera el trabajo final. Para ello, organizaron una sesión de
cine para los padres, alumnos y profesores. En el estreno,
ambientaron el hall del colegio como si fuera una sala de cine:
pusieron sillas numeradas, una alfombra roja y carteles. Además, los
espectadores acuedieron vestidos de gala, les sacaron fotos en el
fotocol y cada uno tenía su propia entrada (hechas por los
niños).
Según
María, fue una experiencia muy enriquecedora y bonita. Los niños
aprendieron muchas cosas, y lo que es más importante, lo hicieron de
una manera práctica haciendo ellos mismos las cosas. En nuestra
opinión, es un proyecto complicado pero, a su vez, muy completo,
viable y original, por lo tanto, como profesoras lo pondríamos en
práctica.
Os
dejo una foto de "Mi vecino Totoro":
Un
Saludo!!
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